Nueva herramienta para seguir explicando por qué aún persisten las desigualdades en la representación política.
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Desde Candidatas, lanzamos una nueva herramienta para seguir explicando por qué aún persisten las desigualdades en la representación política. Se trata del índice “Reglas que abren: condiciones para la participación política de las mujeres en las legislaturas provinciales”, una iniciativa que se desprende del trabajo que venimos realizando desde 2021, y que en esta tercera edición continúa produciendo información clave para pensar la democracia en clave de paridad.
El índice fue diseñado por Carolina Glasserman Apicella (coordinadora del proyecto Candidatas) y Mailen Garcia (directora general de DataGénero), con el objetivo de medir comparativamente las condiciones institucionales que facilitan o restringen el acceso de las mujeres a los cuerpos legislativos provinciales.
Para ello, combina dos dimensiones estructurales:
🔹 la existencia de normas de paridad, y
🔹 el tipo de representación electoral vigente en cada jurisdicción.
En relación con el marco normativo, se asignó valor 1 a las provincias que cuentan con una ley de paridad vigente, y valor 0 a aquellas que aún no han avanzado en este camino. En cuanto al tipo de representación, se analizaron las características de los distritos electorales —su magnitud, unicameralismo o bicameralismo, y posibles combinaciones—, en función de cuánto favorecen o dificultan el acceso real de mujeres a las bancas. Así, se asignaron valores entre 0 y 1, donde 1 representa la máxima apertura institucional y 0, la mayor restricción.
El resultado final es un índice compuesto que permite ver en qué condiciones se elige a las legisladoras provinciales en cada distrito del país, ofreciendo una mirada estructural que va más allá del recuento de cargos ocupados.
Entre las jurisdicciones con condiciones más favorables para la representación política de las mujeres —con puntajes iguales a 1— se destacan:
📍 Ciudad Autónoma de Buenos Aires
📍 Chaco
📍 Chubut
📍 Formosa
📍 Jujuy
📍 La Pampa
📍 Misiones
📍 Neuquén
Estas provincias combinan una legislación de paridad vigente con sistemas electorales que maximizan las chances de acceso, como los distritos únicos o los de gran magnitud.
En el otro extremo, se encuentran aquellas con menor puntuación:
📍 Tucumán (0.38)
📍 Tierra del Fuego (0.50)
📍 Salta and San Luis (0.53)
Estos casos evidencian cómo la ausencia de normativa de paridad o la vigencia de sistemas uninominales o de baja magnitud electoral configuran verdaderos cuellos de botella para el acceso de mujeres a los espacios de representación.
Este índice no busca agotar el análisis, sino seguir explicando las diferencias que observamos cuando miramos cuántas mujeres llegan y cuántas no. Porque no se trata solo de quién se postula, sino también -y sobre todo- de qué reglas estructuran el juego político.
Con “Reglas que abren”, nos interesa seguir produciendo información rigurosa y accesible que nos ayude a entender para transformar esas reglas. Porque solo así podremos construir una democracia más paritaria.
El índice fue diseñado para medir de forma comparativa las condiciones institucionales que facilitan o restringen el acceso de las mujeres a los cuerpos legislativos provinciales en la Argentina. Se trata de un índice compuesto ponderado, construido a partir de dos dimensiones estructurales: (1) la existencia de un marco normativo de paridad y (2) el tipo de representación electoral vigente en cada provincia.
En la primera dimensión, referida a la legislación de paridad, se asignó un valor binario:
Valor 1 a las provincias que cuentan con una ley de paridad vigente.
Valor 0 a aquellas que no la tienen.
Esta codificación permite captar la voluntad normativa de los distritos para avanzar en la institucionalización de la igualdad en el acceso a cargos legislativos.
La segunda dimensión, vinculada al tipo de representación electoral, se construyó a partir del análisis de la magnitud de los distritos utilizados para elegir representantes. Esta variable resulta clave porque incide directamente en la probabilidad de que las mujeres resulten electas. En contextos donde las listas son encabezadas mayoritariamente por varones —como se evidenció en el proyecto Candidatas—, los distritos pequeños o uninominales dificultan el ingreso de mujeres al no haber posibilidad de alternancia o corrimiento en las listas. De allí que la magnitud del distrito funcione como una regla estructural que, en la práctica, determina cuán permeable o restrictivo es el sistema para las candidatas. Es por eso que no alcanza con observar si existe o no una norma de paridad: también es necesario analizar si las reglas electorales permiten efectivamente que las mujeres accedan a los cargos en disputa.
Para esta dimensión se identificaron cinco tipos de configuración electoral, a los cuales se asignaron los siguientes valores:
Distrito único: 1
Seccional de gran magnitud (≥10 bancas por sección): 0,75
Seccional de magnitud media o pequeña (2 a 9 bancas): 0,5
Seccional uninominal (1 banca): 0
Sistema mixto (combinación de dos tipos de representación): se calculó como promedio de los valores correspondientes a los tipos de distrito combinados.
Los casos “mixtos” incluyeron a Córdoba, San Juan y Santa Cruz (combinan distrito único con seccional uninominal) y Río Negro (combinación de distrito único y seccional pequeño).
En las provincias bicamerales, se consideró el diseño institucional de ambas cámaras: se aplicó el mismo procedimiento descripto a diputados/as y senadores/as provinciales, y se utilizó el promedio de ambas cámaras como valor representativo del sistema electoral del distrito.
Finalmente, se calculó el promedio simple entre ambas dimensiones (normativa y representación) para obtener el puntaje total del índice por provincia. Este promedio refleja una ponderación equilibrada entre el compromiso legal con la paridad y el diseño electoral efectivo que condiciona las chances de representación.
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